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Mandalas - Sanskrito: मण्डल  - Centro, Circulo

La palabra Tibetana para "mandala es " dkyil-‘khor , significa literalmente "aquello que rodea un centro." Aqui el "centro," es un significado, y "aquello que rodea" - el mandala - es un símbolo redondo que representa el significado. Sin embargo, no todos los mandalas son redondos.

 

Un mandala es un simbolo de uso espiritual y ritualístico en el Hinduismo el Budismo, donde representa el Universo.

 

La forma básica de la mayoría de los mandalas es un cuadrado con cuatro puertas que rodean un círculo con un punto central. Cada puerta tiene normalmente una forma de una "T". Los mandalas a menudo exhiben un equilibrio radial.

 

El término es de origen hindú. Aparece en el Rig Veda, como el nombre de las secciones de la obra, pero también es utilizado en otros  cultos Hindues, en particular el budismo.

 

En diversas tradiciones espirituales, los mandalas se utilizan para enfocar la atencion de los aspirantes o adeptos, como una herramienta de aprendisaje espiritual, para crear un espacio sagrado, y como ayuda para la meditación e inducción al trance interior.

 

En general, el mandala se ha convertido en un término genérico para cualquier plan, gráfico o dibujo geométrico que representa lo cosmo-metafísico o simbólico; un microcosmos del universo, desde una perspectiva iluminador, es decir, desde la divinidad principal.

 

¿Cómo utilizo los mandalas?

 

Junto con el significado del mandala, viene el uso de el. Hay muchos maneras de usarlos, seguidamene se explica el proceso básico.

 

El diseño de la mandala ha de ser visualmente atractivo y así que absorba la mente de tal manera que el traqueteo pensamientos cese y una esencia más filosófica o espiritual env eluelva al observador lo cual, a su vez, da lugar a una mayor conciencia o iluminación. En resumen, un mandala puede ser observado como un catalizador hipnótico, lo que permite que el hemisferio creativo de la mente corra un poco más libre mientras que nuestra mente analítica toma una pequeña siesta.

 

Dicho esto, utilizamos el mandala como una forma de meditación con el fin de obtener conocimientos, principalmente del tipo que reside dentro de cada uno de nosotros. Para meditar, en primer lugar, debemos establecer una intención. Normalmente, se selecciona un mandala que nos atrae. Es bueno saber cual es el sentido del mandala en particular que has elegido, o establecer tu propio significado o intención antes de centrar la atención en ella. 

Una vez establecida la intención, empezamos a enfocar sobre el mandala. Deja que tus ojos absorban la belleza de sus diseños, dejando la mente ir libre. Si tu mente empieza a charlar (por ejem, Deberia lavar la ropa, tengo que ir a comprar, debo acabar aquello para el trabajo), simplemente retorna la atención de vuelta a la belleza del mandala. Entra adentro del mandala, dejate caer dentro, nada en ella, deja que absve toda tu atención. A medida que caes adentro del mandala, empezarás a sentirte mas ligero, y puede que aparezcan pensamientos de manera intuitiva. Relaja y flota con los pensamientos y sensaciones que te vengan.  Si te empiezas a sentir perdido, incómodo, o si te charra la mente, entonces simplemente vuelve a enfocar tu atencion al mandala.

 

Cada observador tiene una experiencia diferente. Sin embargo, la opinion en general es que meditar con el mandala deja al observador relajado, y él/ella sale con una resolución o claridad en lo que respecta a la intención que se estableció antes de la meditación.

 

Otra gran manera de hacer meditación con los mandalas es crear tu propio mandala en linea o color. Pintar, colorear o dibujar mandalas permite que nuestro cerebro creativo salir a jugar, llevándonos a un estado alterado donde podemos sanar de manera constructiva y aprender increibles cosas sobre nosotros mismos y nuestras vidas.

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